lunes, 24 de octubre de 2011

24 th October.| DC/ go raiders!


Una vez alguien que ya había pasado por mi experiencia me dijo que llegaría a un punto en el que no harías tantas cosas que no tendrías tiempo para ti misma. Al llegar mayo o así, con los exámenes finales… no es mi caso. Para mí esa fecha se ha adelantado unos cuantos mesecillos.
Cuando la temporada de volley terminó pensé que me quedaría tarde tras tarde en casa haciendo deberes y durmiendo la siesta. Pero al fin y al cabo estoy aquí para aprender, para hacer cosas nuevas, y no para seguir con lo que ellos creen que los españoles hacemos (véase vaguear y echarse tres siestas al día). Así que tras haber pasado las pruebas para el musical de primavera y ponerme super contenta, resultó que solo practicamos los domingos. Y me dije: ¿Qué voy a hacer yo el resto de la semana? Y entonces, la gran mente pensante que duerme en la habitación de al lado tuvo una idea. Tras darle vueltas, y pensarlo mucho debo anunciaros que a partir de hoy soy Marina Lima Luaces, Cheerleader de Radnor High School. Puede pareceros una locura, porque a mí también me lo parece. Y debo deciros, que hoy ha sido mi primer día, y antes de ir estaba super nerviosa, pero todas las chicas son super cutes y la entrenadora es un cielo. Pero también he de decir que es super duro, que la colocación de cada parte del cuerpo es crucial, que los movimientos son rectos, que en los saltos me estrello y que siempre hay que tener una sonrisa en la cara. Eso, junto con lo nula que soy y mi bipolaridad total dos, va a ser un caos. Pero va a ser divertido, que es lo que cuenta… y aún no me lo creo, que ya soy una cheerleader, que pronto me dan el uniforme, y que los pompones son perfectos, todos brillantes, que emoción, qué emoción! #feellikeamovie
Y ahora toca repasar lo pasado. El jueves fue el cumpleaños de Paige, llevaba todo el mes repitiéndolo, como para olvidarlo. Le hacía especialmente ilusión, porque nunca ha celebrado un cumpleaños de verdad. Así que, como buena hermana pequeña que soy, me curré el regalo. En primer lugar, compré tres paquetes de m&m’s y se los envolví todos monos ellos (le encantan). Luego le di el gran regalo, un super panda de peluche que habíamos visto en una tienda.Dice que le encanta abrazarlo, y cada vez que lo abraza piensa en mí y lo abraza más fuerte (acaso no tengo a la mejor host sister?). Pero si me conoces sabes que las personas importantes no se escapan tan fácilmente de mí en su cumpleaños… necesitaba escribirle algo, necesitaba regalarle algo personal. ¿qué mejor que una foto?. No pude ver su reacción al momento, porque todo fue sorpresa y le dejé la carta junto con el marco en la mesilla mientras se duchaba… solo sé que a la mañana siguiente llegó la primera a la cocina y en cuanto me vio aparecer, corrió a junto mía y me abrazó como nunca mientras decía “I love you.” Exactamente lo que me hacía falta para empezar del día! El viernes transcurrió con normalidad, llegamos a casa, y como todos los viernes, estaba super cansada. Hasta el punto de que llegué a llorar cuando me dijeron que íbamos al partido, porque lo único que quería hacer era dormir. Pero me dije a mi misma: Estás en América, y si no lo vives ahora, no lo vas a hacer nunca. Y cogí mis abrigo y mis manoplas de esquimal (que aquí les encantan y me las piden todo el rato, y flipan con lo pequeñas que tengo las manos), y nos dirigimos al partido. Y tras congelarme durante un rato y tomarme un buen chocolate caliente, nos fuimos a casa… preparé la maleta, y a dormir! Washington D.C nos esperaba!
La mañana en el coche fue agotadora. Tras haber estado durmiendo en el sofá durante una semana y media, y luego dormir en el coche, tengo la espalda destrozada. Nos perdimos un par de veces, pero al fin llegamos al hotel a las 2:00 pm. Dejamos las maletas, y allí nos fuimos.
La verdad es que el viaje no fue lo que esperaba. Me hubiera gustado ver muchas más cosas, pero al fin y al cabo estábamos allí para ver el memorial de la II Guerra Mundial, ya que el abuelo Schumann había luchado en la guerra… pero tampoco me preocupe demasiado, porque sé que volveremos a DC, y ya tendré tiempo para ver todo con mucha más calma y detalle!
Por la noche nos tocó vestirnos fancy y salir a cenar, típico aquí. Y no me divertía tanto desde que Paige se cayó por las escaleras dos veces seguidas y exclamó “Repámpanos” espontáneamente. De vuelta al hotel Karl se quedó fuera de la habitación. Mis host parents volvieron algo tarde, a parte de contentillos, así que el pobre se quedó puerta afuera mientras no llegaron. Pobrecillo… al final todo tuvo solución, como siempre.
La vuelta a casa sí que fue eterna, dormí todo el viaje, pero aún así se me hizo larguísima. Y otra vez, cuando solo deseaba dormir… sorpresaaaaaaaa! Visita, salir a cenar de nuevo, y mi cara se caía del sueño. Pero bueno, que la vida es corta, y hay que vivir cada segundo como si fuese el último no? Hacer cosas nuevas, de eso se trata. Y aunque te mueras del cansancio, estás aquí, y llevas aquí dos meses, y aún parece ayer cuándo me encontraba en aquél mercado ecológico por primera vez, tomando limonada. Quedaron atrás los tiempos en los que me tenían que decir: Marina, use your words. Porque ahora, no hay quién me calle. Porque ahora, estoy en mi salsa. 


PD: Gracias por el paquete, mami y papi.

Sincerelly, 
                                                                                                                                             FES

















































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